Los mangakas japoneses son unos expertos en inspirarse en hechos y personajes históricos y crear a partir de ellos sus versiones propias aunque se alejen completamente de la veracidad histórica. A Kohta Hirano esta vez se le ocurrió tomar algunas de las figuras más ilustres de la historia universal, transportarlos a un mundo alternativo habitado por elfos, dragones y brujos y agruparlos en varios frentes para ver cómo se las apañarían. Obviamente, el énfasis está puesto en la acción, la caradura de los personajes y el humor negro, nunca tomándose en serio a sí mismo; así que nadie espere que Hirano le dé lecciones de historia en Drifters.
Errando por el mundo de Tolkien…
El joven Toyohisa Shimazu de Satsuma trata de ganar la batalla de Sekigahara contra los Tokugawa sacrificando su propia vida para ello, logrando que el enemigo sea retire de la batalla. Sin embargo, sus heridas resultan mortales y cuando está a punto de morir se ve transportado repentinamente a un pasillo lleno de puertas y donde un misterioso burócrata está sentado en un escritorio.
Éste fuerza a Toyohisa a salir por una de las puertas y en las siguientes viñetas el joven samurái es salvado por dos criaturas pequeñas de orejas puntiagudas, elfos. Éstos le llevan a un castillo en ruinas tras haber curado sus heridas, donde Toyohisha se encontrará con dos compatriotas: el general Oda Nobunaga y el arquero Yoichi Suketaka de Nasu, ambos muertos antes de la batalla de Sekigahara. Los tres samuráis resultan ser Drifters (extraviados, errantes en el más allá). Unirán fuerzas con los elfos y los magos para derrotar a los temibles Offscourings, liderados por el Rey Negro, que desean dominar el mundo y acabar con los Drifters.
Héroes históricos de lo más variopintos
En primer lugar, hay que decir que Drifters (sustantivo del verbo inglés drift-errar, extraviar- los propios japoneses pronuncian como Dorifutāzu) parece una historia difícil de seguir en los primeros capítulos. En primer lugar, no sabemos cómo llega Toyohisa a un mundo inspirado en la mitología nórdica y qué pinta un burócrata gafapastas en medio de un pasillo tras morir en la batalla de Sekigahara. En segundo lugar, aparecen varios frentes: el de los Drifters, compuesto por los tres samuráis errantes que se alían con los elfos; una serie de magos de la Organización Octubrista; los Offscourings (del verbo scour-rastrear, registrar;) y el Imperio Orte, siendo los dos últimos los antagonistas. Además, en cada uno de ellos aparece un puñado de figuras históricas con o sin conexión alguna. Para rematar las cosas, también aparece un piloto japonés de la Segunda Guerra Mundial con su avión militar.
Oda Nobunaga y Toyohisa formaron parte del período Sengoku pero Yoichi vivía en la era Heian. En la Organización Octubrista (no, no tiene nada que ver con la Revolución Rusa) encontramos a Escipión el Africano y Aníbal, rivales en la II Guerra Púnica, por lo que entre ellos siempre existe una continua riña. Pero para más inri también está Abe no Seimei y unos vaqueros del Oeste, quienes no tiene ninguna relación. Mientras que entre los Offscourings encontramos a Juana de Arco y Gilles de Rais, quienes lucharon juntos en la Guerra de los Cien Años; Rasputín y Anastasia Romanov (Rasputín se llevaba “demasiado” bien con la madre y hermanos de Anastasia según las malas lenguas y no como en la película animada producida por FOX, que era una atentado contra la Historia de Rusia), y los miembros restantes son Minamoto no Yoshitsune y Hijikata Toshizo, compatriotas pero pertenecientes a diferentes épocas separadas por casi 700 años.
Éstos antagonistas destructores murieron en circunstancias violentas (bueno, Hijikata murió alcanzado por una bala en combate, así que su fin tampoco se diferencia mucho del de los otros samuráis) y son capaces de utilizar los poderes sobrenaturales que reflejan sus respectivas causas de muerte, mientras que los otros drifters no. Finalmente, el Imperio Orte fue fundado por Adolf Hitler, quien ordenó exterminar a todas las razas no humanas y volvió a suicidarse antes de la llegada de Toyoshisa a este mundo. Ahora es controlado por el Conde de Saint Germain.
A parte de este lío de frentes, destaca la representación peculiar de los personajes. Toyohisa tiene una indumentaria muy parecida a la de Yukimura Sanada de Sengoku Basara y Nobunaga con su parche en el ojo podría recordar a Date Masamune (eso sí, no sabemos si realmente tiene un ojo tuerto o no, porque el parche a veces aparece en el ojo derecho y otras en el izquierdo, o simplemente se debe al despiste del autor). Mientras tanto, Yoichi parece una chica, no solamente por su cara de bishonen y su larga cabellera sino porque mire por donde se mire, parece tener pechos. Debido al carácter fuerte y obstinado de los tres guerreros, nos ofrecerán muchas sonrisas a través de sus comentarios sin pelos en la lengua y humor negro.
Entre los Offscourings encontramos al Rey Negro quien nunca muestra la cara y se parece a un Nazgul del Señor de los Anillos. Sorprende la representación sobre Rasputín, sin su larga barba que le hizo famoso o del Conde de Saint Germain, quien aparece como una locaza aunque el personaje histórico no tiene indicios de ser homosexual. Yoshitsune, antiguo jefe de Yoichi, tiene el mismo físico bishonen que su ex secuaz. El resto de personajes tiene una imagen más fiel a los cuadros, fotografías y estatuas en las que aparecen.
Tampoco podía faltar un toque ecchi de la mano de Olmine, la maga elfa de la Organización Octubrista, a quien Nobunaga llama cariñosamente como “Olmitetas”. Ella es la clave para comunicar a las criaturas de era, países y mundos diferentes pues desarrolló junto a los magos unos papeles mágicos que simplemente se pegan en el cuerpo del sujeto y éste será capaz de hablar y entender todas las lenguas (envidia máxima).
Ahora bien, reunir tantos personajes históricos tiene sus desventajas: i) muchos lectores tendrán que investigar para tener una cierta referencia sobre ellos; y ii) hay que saber explotar su diferente visión del mundo derivado por las distintas épocas en los que vivieron, lenguas, métodos de combate, etc. Respecto al primer punto hay que señalar que no hay notas a pie de página que explique el origen de los personajes ni en la cubierta, apareciendo al final de los tomos comentarios sarcásticos de Kohta Hirano que no ayudan mucho al lector. En cuanto al segundo punto, en estos dos tomos editados hasta la fecha por Norma Editorial no se puede observar un desarrollo visible de los personajes, se dedican más bien a tener riñas y peleas entre sí para demostrar quién es el más molón de todos. Sin embargo, parece que a la historia le queda mucho potencial, con más enfrentamientos y debates generacionales entre los personajes por delante.
Batallas constantes
Pero hay que señalar que Drifters es, ante todo un seinen de acción, donde los personajes históricos, la mayoría de ellos militares o grandes estrategas, continúan luchando tras sus respectivas muertes en este mundo fantástico. Por supuesto, vemos mucha sangre y peleas con armas de todo tipo, desde espadas y flechas cubiertas de excrementos, hasta rifles. Pero en ningún caso las escenas conseguirán herir la sensibilidad del lector (y lo dice una servidora que no soporta el gore explícito) ya que no se muestran entrañas y sesos.
Al igual que en su obra prima Hellsing, Hirano vuelve a hacer uso de líneas negras gruesas, viñetas recargadas y muy oscuras, con personajes provistos de rasgos a veces grotescos y violentos. La serie consta de capítulos cortos (once por tomo) y a veces caóticos donde aparecen personajes a veces de la nada. Hirano recurre frecuentemente a caricaturizar a sus personajes, una especie de “chibis” de sus personajes, cuando estos están enfadados o despistados.
Kohta Hirano, un mangaka peculiar
Nació un 14 de julio de 1973 en Adachi-ku, en la prefectura de Tokio y comenzó su carrera como mangaka siendo asistente “horrible y vago” de otros autores, según sus declaraciones. A mediados de los 90 publicó una serie de seinens y hentais que pasaron sin pena ni gloria como Angel Dust (1995), Coyote (1995), Desert Guardian (1996) o Gunmania (1998).
Su éxito vino de la mano de Hellsing, que empezó a publicarse a mediados de 1997 en la revista mensual Young King OURs. Sin embargo, Hellsing no es la primera serie de Hirano que se llegó a publicar en las páginas de la Young King Ours. En 1996 se publicó en esa revista el antecesor de Hellsing, llamado The Legend Of The Vampire Hunter, otra serie de Hirano que es un cuento basado en la Segunda Guerra Mundial llamado Hi and Low. Esta historia se vio envuelta en una cuestión de títulos de Young King Ours, pero, debido al lanzamiento de Hellsing, esta serie de manga fue suspendida en favor del mismo Hellsing. Las aventuras de los cazavampiros finalizaron a finales de 2008 con 10 tomos recopilatorios. La serie al completo fue publicada en España por Norma Editorial y cuya reseña podéis leer aquí.
En la actualidad trabaja en varios títulos, lo que hace que Drifters avance a un ritmo lento teniendo en cuenta que empezó a publicarse en 2009 y solo lleva dos tomos: Bishounen de Meitantei de Doesu, sobre unos detectives de principios del s. XX, y Asashine, que se desarrolla en el mundo de los asesinos a sueldo.
Hirano es conocido por no tener pelos en la lengua al poner comentarios políticamente incorrectos en sus tomos. En 2010 declaró a través de su cuenta de twitter, refiriéndose a una persona que colgó scans de los mangas sin autorización de los autores: "este sujeto debería perecer de una enfermedad extraña y desconocida, y así a esta enfermedad se le bautizaría en el panorama médico con su nombre, pasando así a la posteridad".
Como curiosidad, en Highschool of the Dead Kohta Hirano es un personaje principal y aparece representado como un estudiante friki y gordo de la Academia Fujimi, especializado en armas de fuego.
La edición española
Norma Editorial nos trae unos tomos de 115x175 mm de más de 200 páginas, tapa blanda con sobrecubierta a un precio de 8,00€/tomo. El primer tomo cuenta con cuatro páginas a color y en las cubiertas incluyen unas fichas peculiares sobre los personajes hechas por Hirano. La traducción corre a cargo de María Ferrer. Lo que quizá echamos de menos son unas notas aclaratorias de la traductora al final del tomo sobre los personajes históricos, como hacía antaño Ivrea, pero nos tenemos que conformar con los comentarios disparatados del mangaka.
Conclusión
En fin, tras haber leído los dos primeros tomos publicados hasta ahora, parece una obra muy recomendable para aquellos lectores a los que les gustan los mangas históricos de acción sin importarles la falta de veracidad. Aunque no sea una obra maestra, pueden darle una oportunidad los fans de Hirano y los que disfruten de los personajes graciosos chulos y molones. Sin tener pretensiones didácticas, nos induce a investigar sobre los personajes históricos.
Lo mejor:
Lo peor:
Ficha técnica:
Título: Drifters
Título original: Drifters
Guión: Kohta Hirano
Dibujo: Kohta Hirano
Editorial japonesa: Shonen Gahosha
Editorial española: Norma Editorial
Formato: Tomo C6 (115x175), rústica (tapa blanda) con sobrecubierta
Precio: 8€/tomo
Nº de tomos en Japón hasta la fecha de la reseña: 3 (serie abierta)
Nº de tomos en España hasta la fecha de la reseña: 2
Errando por el mundo de Tolkien…
El joven Toyohisa Shimazu de Satsuma trata de ganar la batalla de Sekigahara contra los Tokugawa sacrificando su propia vida para ello, logrando que el enemigo sea retire de la batalla. Sin embargo, sus heridas resultan mortales y cuando está a punto de morir se ve transportado repentinamente a un pasillo lleno de puertas y donde un misterioso burócrata está sentado en un escritorio.
Éste fuerza a Toyohisa a salir por una de las puertas y en las siguientes viñetas el joven samurái es salvado por dos criaturas pequeñas de orejas puntiagudas, elfos. Éstos le llevan a un castillo en ruinas tras haber curado sus heridas, donde Toyohisha se encontrará con dos compatriotas: el general Oda Nobunaga y el arquero Yoichi Suketaka de Nasu, ambos muertos antes de la batalla de Sekigahara. Los tres samuráis resultan ser Drifters (extraviados, errantes en el más allá). Unirán fuerzas con los elfos y los magos para derrotar a los temibles Offscourings, liderados por el Rey Negro, que desean dominar el mundo y acabar con los Drifters.
Héroes históricos de lo más variopintos
En primer lugar, hay que decir que Drifters (sustantivo del verbo inglés drift-errar, extraviar- los propios japoneses pronuncian como Dorifutāzu) parece una historia difícil de seguir en los primeros capítulos. En primer lugar, no sabemos cómo llega Toyohisa a un mundo inspirado en la mitología nórdica y qué pinta un burócrata gafapastas en medio de un pasillo tras morir en la batalla de Sekigahara. En segundo lugar, aparecen varios frentes: el de los Drifters, compuesto por los tres samuráis errantes que se alían con los elfos; una serie de magos de la Organización Octubrista; los Offscourings (del verbo scour-rastrear, registrar;) y el Imperio Orte, siendo los dos últimos los antagonistas. Además, en cada uno de ellos aparece un puñado de figuras históricas con o sin conexión alguna. Para rematar las cosas, también aparece un piloto japonés de la Segunda Guerra Mundial con su avión militar.
Oda Nobunaga y Toyohisa formaron parte del período Sengoku pero Yoichi vivía en la era Heian. En la Organización Octubrista (no, no tiene nada que ver con la Revolución Rusa) encontramos a Escipión el Africano y Aníbal, rivales en la II Guerra Púnica, por lo que entre ellos siempre existe una continua riña. Pero para más inri también está Abe no Seimei y unos vaqueros del Oeste, quienes no tiene ninguna relación. Mientras que entre los Offscourings encontramos a Juana de Arco y Gilles de Rais, quienes lucharon juntos en la Guerra de los Cien Años; Rasputín y Anastasia Romanov (Rasputín se llevaba “demasiado” bien con la madre y hermanos de Anastasia según las malas lenguas y no como en la película animada producida por FOX, que era una atentado contra la Historia de Rusia), y los miembros restantes son Minamoto no Yoshitsune y Hijikata Toshizo, compatriotas pero pertenecientes a diferentes épocas separadas por casi 700 años.
Éstos antagonistas destructores murieron en circunstancias violentas (bueno, Hijikata murió alcanzado por una bala en combate, así que su fin tampoco se diferencia mucho del de los otros samuráis) y son capaces de utilizar los poderes sobrenaturales que reflejan sus respectivas causas de muerte, mientras que los otros drifters no. Finalmente, el Imperio Orte fue fundado por Adolf Hitler, quien ordenó exterminar a todas las razas no humanas y volvió a suicidarse antes de la llegada de Toyoshisa a este mundo. Ahora es controlado por el Conde de Saint Germain.
A parte de este lío de frentes, destaca la representación peculiar de los personajes. Toyohisa tiene una indumentaria muy parecida a la de Yukimura Sanada de Sengoku Basara y Nobunaga con su parche en el ojo podría recordar a Date Masamune (eso sí, no sabemos si realmente tiene un ojo tuerto o no, porque el parche a veces aparece en el ojo derecho y otras en el izquierdo, o simplemente se debe al despiste del autor). Mientras tanto, Yoichi parece una chica, no solamente por su cara de bishonen y su larga cabellera sino porque mire por donde se mire, parece tener pechos. Debido al carácter fuerte y obstinado de los tres guerreros, nos ofrecerán muchas sonrisas a través de sus comentarios sin pelos en la lengua y humor negro.
Entre los Offscourings encontramos al Rey Negro quien nunca muestra la cara y se parece a un Nazgul del Señor de los Anillos. Sorprende la representación sobre Rasputín, sin su larga barba que le hizo famoso o del Conde de Saint Germain, quien aparece como una locaza aunque el personaje histórico no tiene indicios de ser homosexual. Yoshitsune, antiguo jefe de Yoichi, tiene el mismo físico bishonen que su ex secuaz. El resto de personajes tiene una imagen más fiel a los cuadros, fotografías y estatuas en las que aparecen.
Tampoco podía faltar un toque ecchi de la mano de Olmine, la maga elfa de la Organización Octubrista, a quien Nobunaga llama cariñosamente como “Olmitetas”. Ella es la clave para comunicar a las criaturas de era, países y mundos diferentes pues desarrolló junto a los magos unos papeles mágicos que simplemente se pegan en el cuerpo del sujeto y éste será capaz de hablar y entender todas las lenguas (envidia máxima).
Ahora bien, reunir tantos personajes históricos tiene sus desventajas: i) muchos lectores tendrán que investigar para tener una cierta referencia sobre ellos; y ii) hay que saber explotar su diferente visión del mundo derivado por las distintas épocas en los que vivieron, lenguas, métodos de combate, etc. Respecto al primer punto hay que señalar que no hay notas a pie de página que explique el origen de los personajes ni en la cubierta, apareciendo al final de los tomos comentarios sarcásticos de Kohta Hirano que no ayudan mucho al lector. En cuanto al segundo punto, en estos dos tomos editados hasta la fecha por Norma Editorial no se puede observar un desarrollo visible de los personajes, se dedican más bien a tener riñas y peleas entre sí para demostrar quién es el más molón de todos. Sin embargo, parece que a la historia le queda mucho potencial, con más enfrentamientos y debates generacionales entre los personajes por delante.
Batallas constantes
Pero hay que señalar que Drifters es, ante todo un seinen de acción, donde los personajes históricos, la mayoría de ellos militares o grandes estrategas, continúan luchando tras sus respectivas muertes en este mundo fantástico. Por supuesto, vemos mucha sangre y peleas con armas de todo tipo, desde espadas y flechas cubiertas de excrementos, hasta rifles. Pero en ningún caso las escenas conseguirán herir la sensibilidad del lector (y lo dice una servidora que no soporta el gore explícito) ya que no se muestran entrañas y sesos.
Al igual que en su obra prima Hellsing, Hirano vuelve a hacer uso de líneas negras gruesas, viñetas recargadas y muy oscuras, con personajes provistos de rasgos a veces grotescos y violentos. La serie consta de capítulos cortos (once por tomo) y a veces caóticos donde aparecen personajes a veces de la nada. Hirano recurre frecuentemente a caricaturizar a sus personajes, una especie de “chibis” de sus personajes, cuando estos están enfadados o despistados.
Kohta Hirano, un mangaka peculiar
Nació un 14 de julio de 1973 en Adachi-ku, en la prefectura de Tokio y comenzó su carrera como mangaka siendo asistente “horrible y vago” de otros autores, según sus declaraciones. A mediados de los 90 publicó una serie de seinens y hentais que pasaron sin pena ni gloria como Angel Dust (1995), Coyote (1995), Desert Guardian (1996) o Gunmania (1998).
Su éxito vino de la mano de Hellsing, que empezó a publicarse a mediados de 1997 en la revista mensual Young King OURs. Sin embargo, Hellsing no es la primera serie de Hirano que se llegó a publicar en las páginas de la Young King Ours. En 1996 se publicó en esa revista el antecesor de Hellsing, llamado The Legend Of The Vampire Hunter, otra serie de Hirano que es un cuento basado en la Segunda Guerra Mundial llamado Hi and Low. Esta historia se vio envuelta en una cuestión de títulos de Young King Ours, pero, debido al lanzamiento de Hellsing, esta serie de manga fue suspendida en favor del mismo Hellsing. Las aventuras de los cazavampiros finalizaron a finales de 2008 con 10 tomos recopilatorios. La serie al completo fue publicada en España por Norma Editorial y cuya reseña podéis leer aquí.
En la actualidad trabaja en varios títulos, lo que hace que Drifters avance a un ritmo lento teniendo en cuenta que empezó a publicarse en 2009 y solo lleva dos tomos: Bishounen de Meitantei de Doesu, sobre unos detectives de principios del s. XX, y Asashine, que se desarrolla en el mundo de los asesinos a sueldo.
Hirano es conocido por no tener pelos en la lengua al poner comentarios políticamente incorrectos en sus tomos. En 2010 declaró a través de su cuenta de twitter, refiriéndose a una persona que colgó scans de los mangas sin autorización de los autores: "este sujeto debería perecer de una enfermedad extraña y desconocida, y así a esta enfermedad se le bautizaría en el panorama médico con su nombre, pasando así a la posteridad".
Como curiosidad, en Highschool of the Dead Kohta Hirano es un personaje principal y aparece representado como un estudiante friki y gordo de la Academia Fujimi, especializado en armas de fuego.
La edición española
Norma Editorial nos trae unos tomos de 115x175 mm de más de 200 páginas, tapa blanda con sobrecubierta a un precio de 8,00€/tomo. El primer tomo cuenta con cuatro páginas a color y en las cubiertas incluyen unas fichas peculiares sobre los personajes hechas por Hirano. La traducción corre a cargo de María Ferrer. Lo que quizá echamos de menos son unas notas aclaratorias de la traductora al final del tomo sobre los personajes históricos, como hacía antaño Ivrea, pero nos tenemos que conformar con los comentarios disparatados del mangaka.
Conclusión
COMPRAR DRIFTERS |
Lo mejor:
- Chulería, humor negro y absurdo entre unos personajes históricos variopintos.
- Mucha acción.
- Dibujo personal pero minucioso.
- Historia con potencial.
Lo peor:
- Argumento un tanto caótico.
- Falta de desarrollo de personajes hasta el momento
- Periodicidad irregular de los tomos.
Ficha técnica:
Título: Drifters
Título original: Drifters
Guión: Kohta Hirano
Dibujo: Kohta Hirano
Editorial japonesa: Shonen Gahosha
Editorial española: Norma Editorial
Formato: Tomo C6 (115x175), rústica (tapa blanda) con sobrecubierta
Precio: 8€/tomo
Nº de tomos en Japón hasta la fecha de la reseña: 3 (serie abierta)
Nº de tomos en España hasta la fecha de la reseña: 2
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