A mediados de los 2000 hubo una fiebre pasajera de publicar Boys' Love (BL) por las editoriales, entre los cuales se encontraba La Cúpula. Uno de ellos fue Wild Rock, una historia de amor a lo “Romeo y Julieto“ desarrollada en la Edad de Piedra por Kazusa Takashima. Un tomito autoconclusivo que, involuntariamente, estuvo rodeado de polémica y que llevó a la autora a dejar su profesión temporalmente.
Romanticismo en la Prehistoria
Emba y Yuen son hijos de los jefes de la Tribu del Lago y del Bosque, respectivamente, y dos tribus enfrentadas desde siempre. Yuen, de constitución frágil y afeminada, no es capaz de cazar su presa y es salvado por Emba, quien cuenta con una fuerza y destreza envidiables para cazar. Yuni, el padre de Yuen, le pide a su hijo poco masculino a vestirse de chica para distraer la atención de Emba y así dar una oportunidad a la tribu del Bosque a matar presas, que de otra forma serían cazados por Emba.
Sin embargo, Yuen tendrá cada vez más remordimientos por engañar a Emba y comenzará a sentir algo más por él…
Cavernícolas depilados
Más o menos cualquiera adivinaría por la sinopsis el desarrollo y desenlace del argumento, que no ofrece muchas sorpresas a lo largo de su desarrollo y va directo al happy ending. El tomo incluye dos capítulos adicionales. Uno sobre la historia de los padres de Emba y Yuen (sí, en los yaois es habitual que los padres de uno también sean gays pero acaben casándose con mujeres) y uno cortito en el que Yuen y Emba hacen de niñera del sobrino de ambos. Las dos últimas páginas antes del mensaje de la autora son un “¿qué hubiera pasado si…?” aunque la propia Takashima reconoce que sólo se incluyeron para llenar páginas.
Hay que mencionar que la historia se reeditó en Japón en 2007 (la primera edición data del 2002) y se incorporó un capítulo corto más que es la continuación de Child Rock. Sin embargo, la edición publicada en 2005 de La Cúpula no incorpora este extra.
Lo original de esta obra es la ambientación prehistórica con tigres de dientes de sable, cocodrilos gigantes y hombres con torsos desnudos y taparrabos de piel de leopardo. Vamos, que respecto a la vestimenta, la mangaka seguro que se ha inspirado en las tropecientas películas de Tarzán para alegría de las lectoras. Eso sí, no tiene ni un pelo de tonto, lo que choca un poco con la imagen que solemos tener del hombre prehistórico.
Otro de los puntos fuertes de esta historia es el dibujo de Kazusa Takashima, muy detallado, con mucho movimiento (y eso que fue de las primeras obras de la mangaka) y unos chicos expresivos realmente adorables.
Obviamente, no podían faltar las típicas escenitas subidas de tono, explícitas pero en ningún caso escandalosas.
Kazusa Takashima, una víctima de la industria
Kazusa Takashima nació un 23 de octubre en Hokkaido. Mide 150 centímetros, le gusta el té y el café, los animales, no soporta la carné grasienta y tiene alergía a muchas cosas. Como muchas otras autoras, comenzó publicando doujinshis de Hoshing Engi, Hikaru no Go o Shaman King. Su primer manga profesional comenzó a publicarse en 2001 bajo el nombre de Harlem Beat wa Yoake Made (también conocido como Mad Love Chase). Después sacó otras historias cortas ya de corte BL como Last Client o el presente Wild Rock.
Sin embargo, su vida profesional sufrió un varapalo en 2004, cuando varios de sus fans descubrieron que la niña pija del shôjo, Kayono, había copiado la estructura de varias de las viñetas de Wild Rock en Shinobi no Onna. Takashima decidió denunciar a Kayono y llevarla a los tribunales. Pero Kayono, como buena niña rica, usó la influencia de su madre, Chikae Ide, una mangaka veterana, para convencer a su editorial y al tribunal. La madre argumentó que su hija no podía haber plagiado a Takashima puesto que Kayono no leía género yaoi (vaya excusa, si muchas madres de las fujoshis desconocen lo que leen sus retoñas…). Al final Takashima perdió el juicio y optó por retirarse de este sector por sentirse decepcionada.
Sobre si fue plagio o no, os dejamos unas viñetas de ambas obras para que juzguéis vosotros.
Obviamente, ningún mangaka nace sabiendo dibujar todo y necesitan un poco de inspiración, algo con el que no hay ningún problema, pues se precisa aprendizaje y observación.
Sin embargo, lo que apesta de este caso es que, mientras que la editorial de Kayono la defendió a ultranza, otros artistas reconocidos tuvieron que pedir disculpas por inspirarse no ya en trabajos de otrosautores, sino en meras fotografías.
Tenemos el ejemplo de Takehiko Inoue, quien usó fotos de jugadores de la NBA para Slam Dunk. Al mismo tiempo, Yuki Suetsugo (la autora de Chihayafuru) fue acusada de haber plagiado Slam Dunk y REAL y fotografías de varios álbumes para Flower of Eden. En este caso, se canceló su serie, tuvo que pedir disculpas públicamente y se le consideró como persona non-grata en todas las editoriales durante 2-3 años.
Youka Nitta, usó imágenes de publicidad de firmas de moda para Haru wo Daeteita (siempre sustituyendo la chica por otro chico) y cuando se descubrió, se convirtió en escándalo. De la misma manera que Yuki Suetsugu, Nitta fue obligada a pedir disculpas públicas y ella misma se retiró de la publicación de manga en la revista BExBOY.
Otro caso es el de Rin Yoshii. En el 2007, Yoshii fue acusada de plagiar fotografías de la revista SWEET en su manga SWITCH que se publicaba en la revista Cookie. Se pidieron disculpas públicas, esta vez por parte del jefe de la revista Cookie.
Ahora bien, a Kayono nadie la pidió explicaciones, lo que levanta sospechas. Una cosa es defenderse y otra muy distinta usar la influencia y dinero de mamá para librarse descaradamente. Pero bueno, en España estos episodios son el pan de cada día especialmente si se trata de miembros de la familia real, toreros, políticos o cantantes…
Pero para alegría de sus seguidores, Takashima regresó en 2007. Acabó Mad Love Chase, reeditó Wild Rock y terminó otras series inacabadas como Last Client o Inu mo Arukeba. Eso sí, todavía tiene pendiente de terminar varias series, como Dragon x Boy, Private Magician o Hakobunjaa. Esperemos que no los deje colgados y no desperdicie su talento por culpa de una niña pija.
Ejemplo de cómo NO se debe editar un manga
La edición, sin embargo, deja bastante que desear…y no no referimos al papel amarillento ni a la falta de sobrecubierta. Lo que decepciona es que no se haya limpiado el texto japonés y se haya metido encima de forma chapucera el texto traducido al castellano. Algo que ni los propios grupos de scans más pobres se dignan a hacer. Para colmo pedir 8,95€ por un producto con este acabado. Los otros tomos de la Colección Yaoi de La Cúpula tampoco se libran de este fallo de limpieza del texto en japonés.
Conclusión
En fin, una obra que debe descansar en la estantería de cualquier fujoshi por su temática e ilustración preciosista a pesar de la edición pobre con la que ha acabado llegando a las librerías. Es apto tanto para las que se conforman con un shônen-ai como para las que opinan que un BL no puede existir sin “temita”. Esperemos que la autora vuelva a trabajar a tiempo completo en el mundo del manga y que acaben por llegar más obras de ella a España.
Lo mejor:
Lo peor:
Ficha técnica
Título: Wild Rock
Título original: Wild Rock
Guión: Kazusa Takashima
Dibujo: Kazusa Takashima
Editorial japonesa: Biblos (2002) / Libre (2007)
Editorial española: La Cúpula
Formato: 13x15 cm, rústica (tapa blanda reforzada) sin sobrecubierta
Precio: 8,95€
Nº de tomos: tomo único
Romanticismo en la Prehistoria
Emba y Yuen son hijos de los jefes de la Tribu del Lago y del Bosque, respectivamente, y dos tribus enfrentadas desde siempre. Yuen, de constitución frágil y afeminada, no es capaz de cazar su presa y es salvado por Emba, quien cuenta con una fuerza y destreza envidiables para cazar. Yuni, el padre de Yuen, le pide a su hijo poco masculino a vestirse de chica para distraer la atención de Emba y así dar una oportunidad a la tribu del Bosque a matar presas, que de otra forma serían cazados por Emba.
Sin embargo, Yuen tendrá cada vez más remordimientos por engañar a Emba y comenzará a sentir algo más por él…
Cavernícolas depilados
Más o menos cualquiera adivinaría por la sinopsis el desarrollo y desenlace del argumento, que no ofrece muchas sorpresas a lo largo de su desarrollo y va directo al happy ending. El tomo incluye dos capítulos adicionales. Uno sobre la historia de los padres de Emba y Yuen (sí, en los yaois es habitual que los padres de uno también sean gays pero acaben casándose con mujeres) y uno cortito en el que Yuen y Emba hacen de niñera del sobrino de ambos. Las dos últimas páginas antes del mensaje de la autora son un “¿qué hubiera pasado si…?” aunque la propia Takashima reconoce que sólo se incluyeron para llenar páginas.
Hay que mencionar que la historia se reeditó en Japón en 2007 (la primera edición data del 2002) y se incorporó un capítulo corto más que es la continuación de Child Rock. Sin embargo, la edición publicada en 2005 de La Cúpula no incorpora este extra.
Lo original de esta obra es la ambientación prehistórica con tigres de dientes de sable, cocodrilos gigantes y hombres con torsos desnudos y taparrabos de piel de leopardo. Vamos, que respecto a la vestimenta, la mangaka seguro que se ha inspirado en las tropecientas películas de Tarzán para alegría de las lectoras. Eso sí, no tiene ni un pelo de tonto, lo que choca un poco con la imagen que solemos tener del hombre prehistórico.
Otro de los puntos fuertes de esta historia es el dibujo de Kazusa Takashima, muy detallado, con mucho movimiento (y eso que fue de las primeras obras de la mangaka) y unos chicos expresivos realmente adorables.
Obviamente, no podían faltar las típicas escenitas subidas de tono, explícitas pero en ningún caso escandalosas.
Kazusa Takashima, una víctima de la industria
Kazusa Takashima nació un 23 de octubre en Hokkaido. Mide 150 centímetros, le gusta el té y el café, los animales, no soporta la carné grasienta y tiene alergía a muchas cosas. Como muchas otras autoras, comenzó publicando doujinshis de Hoshing Engi, Hikaru no Go o Shaman King. Su primer manga profesional comenzó a publicarse en 2001 bajo el nombre de Harlem Beat wa Yoake Made (también conocido como Mad Love Chase). Después sacó otras historias cortas ya de corte BL como Last Client o el presente Wild Rock.
Sin embargo, su vida profesional sufrió un varapalo en 2004, cuando varios de sus fans descubrieron que la niña pija del shôjo, Kayono, había copiado la estructura de varias de las viñetas de Wild Rock en Shinobi no Onna. Takashima decidió denunciar a Kayono y llevarla a los tribunales. Pero Kayono, como buena niña rica, usó la influencia de su madre, Chikae Ide, una mangaka veterana, para convencer a su editorial y al tribunal. La madre argumentó que su hija no podía haber plagiado a Takashima puesto que Kayono no leía género yaoi (vaya excusa, si muchas madres de las fujoshis desconocen lo que leen sus retoñas…). Al final Takashima perdió el juicio y optó por retirarse de este sector por sentirse decepcionada.
Sobre si fue plagio o no, os dejamos unas viñetas de ambas obras para que juzguéis vosotros.
Obviamente, ningún mangaka nace sabiendo dibujar todo y necesitan un poco de inspiración, algo con el que no hay ningún problema, pues se precisa aprendizaje y observación.
Sin embargo, lo que apesta de este caso es que, mientras que la editorial de Kayono la defendió a ultranza, otros artistas reconocidos tuvieron que pedir disculpas por inspirarse no ya en trabajos de otrosautores, sino en meras fotografías.
Tenemos el ejemplo de Takehiko Inoue, quien usó fotos de jugadores de la NBA para Slam Dunk. Al mismo tiempo, Yuki Suetsugo (la autora de Chihayafuru) fue acusada de haber plagiado Slam Dunk y REAL y fotografías de varios álbumes para Flower of Eden. En este caso, se canceló su serie, tuvo que pedir disculpas públicamente y se le consideró como persona non-grata en todas las editoriales durante 2-3 años.
Youka Nitta, usó imágenes de publicidad de firmas de moda para Haru wo Daeteita (siempre sustituyendo la chica por otro chico) y cuando se descubrió, se convirtió en escándalo. De la misma manera que Yuki Suetsugu, Nitta fue obligada a pedir disculpas públicas y ella misma se retiró de la publicación de manga en la revista BExBOY.
Otro caso es el de Rin Yoshii. En el 2007, Yoshii fue acusada de plagiar fotografías de la revista SWEET en su manga SWITCH que se publicaba en la revista Cookie. Se pidieron disculpas públicas, esta vez por parte del jefe de la revista Cookie.
Ahora bien, a Kayono nadie la pidió explicaciones, lo que levanta sospechas. Una cosa es defenderse y otra muy distinta usar la influencia y dinero de mamá para librarse descaradamente. Pero bueno, en España estos episodios son el pan de cada día especialmente si se trata de miembros de la familia real, toreros, políticos o cantantes…
Pero para alegría de sus seguidores, Takashima regresó en 2007. Acabó Mad Love Chase, reeditó Wild Rock y terminó otras series inacabadas como Last Client o Inu mo Arukeba. Eso sí, todavía tiene pendiente de terminar varias series, como Dragon x Boy, Private Magician o Hakobunjaa. Esperemos que no los deje colgados y no desperdicie su talento por culpa de una niña pija.
Ejemplo de cómo NO se debe editar un manga
La edición, sin embargo, deja bastante que desear…y no no referimos al papel amarillento ni a la falta de sobrecubierta. Lo que decepciona es que no se haya limpiado el texto japonés y se haya metido encima de forma chapucera el texto traducido al castellano. Algo que ni los propios grupos de scans más pobres se dignan a hacer. Para colmo pedir 8,95€ por un producto con este acabado. Los otros tomos de la Colección Yaoi de La Cúpula tampoco se libran de este fallo de limpieza del texto en japonés.
Conclusión
En fin, una obra que debe descansar en la estantería de cualquier fujoshi por su temática e ilustración preciosista a pesar de la edición pobre con la que ha acabado llegando a las librerías. Es apto tanto para las que se conforman con un shônen-ai como para las que opinan que un BL no puede existir sin “temita”. Esperemos que la autora vuelva a trabajar a tiempo completo en el mundo del manga y que acaben por llegar más obras de ella a España.
Lo mejor:
- El dibujo de Kazusa Takashima
- Las escenas cariñosas con gusto
- Una ambientación original
Lo peor:
- Argumento ya muy visto y final previsible
- El episodio de plagio que rodea este tomo
- La edición, sobre todo al precio que tiene
- Que no se publique más en España de esta autora
Ficha técnica
Título: Wild Rock
Título original: Wild Rock
Guión: Kazusa Takashima
Dibujo: Kazusa Takashima
Editorial japonesa: Biblos (2002) / Libre (2007)
Editorial española: La Cúpula
Formato: 13x15 cm, rústica (tapa blanda reforzada) sin sobrecubierta
Precio: 8,95€
Nº de tomos: tomo único
0 comments:
Post a Comment